Los adolescentes contemporáneos son más apegados a sí mismos que a cualquier otra cosa.
Este enunciado es parte de los hallazgos de la investigación dirigida por José Luis Valdez en México. La investigación intentó conocer cuáles son los objetos de apego de los adolescentes contemporáneos.
Para contestar la interrogante, se le administró un cuestionario a 200 adolescentes con una edad promedio de 14 años. El cuestionario tenía 7 preguntas abiertas las cuales presento a continuación:
- Verdaderamente considero que no podría vivir sin ser:
- Verdaderamente considero que no podría vivir sin tener :
- Verdaderamente considero que no podría vivir sin pensar en :
- Verdaderamente considero que no podría vivir sin hacer :
- Verdaderamente considero que no podría vivir si sentir :
- Verdaderamente considero que no podría vivir sin creer en:
- Verdaderamente considero que no podría vivir sin mis ideas acerca de:
En palabras del autor principal, el Dr. Valdez:
[…] se pudo observar que tanto hombres como mujeres adolescentes en el reactivo Verdaderamente considero que no podría vivir sin ser, mostraron una tendencia al egoísmo e individualismo ya que denotan un fuerte apego hacia su propio ser, orientado principalmente hacia la superación personal.
El autor describe esto como un apego narcisista por la sobrevaloración de sí. Valdez comenta que este apego:
[…] es caracterizado por una sensación exagerada de la importancia y preocupación externa por sí mismo, ya que hacen mención de no poder vivir sin ser como son, sin ser ellos mismos, y sin tener las metas que los llevarán a ser ricos y hombres famosos.
Por sorpresa, opuesto a los valores dentro de la sociedad patriarcal, fueron los varones quienes más apego tuvieron hacia la familia.
Sin embargo, en otro de los reactivos regresamos al modelo tradicional en que los hombres interesan por lo material y adquisitivo mientras las féminas se interesan por lo afectivo y los valores.
Valdez concluye señalando que:
Es importante destacar que mientras los jóvenes crean y confíen en sí mismos y en sus capacidades, tendrán más oportunidades de mantener una vida libre de apegos, más cercana a la búsqueda de su propia libertad.
Este estudio fue publicado en la revista Psicología iberoamericana (Valdez J., 2007)
