El arte de amargarse la vida es un libro corto (50 páginas) y que no tiene un lenguaje rebuscado. Su tema medular es la perspectiva errónea que asumimos en asuntos cotidianos de la vida.
En palabras del editor:
El nuevo libro de Paul Watzlawick se puede leer medio en broma y medio en serio. Es posible que el lector encuentre en este libro algo de sí mismo, a saber, su propio estilo de convertir lo cotidiano en insoportable y lo trivial en desmesurado.
Estudiantes de psicología se beneficiarían de esta lectura para afilar su ojo clínico ya que, como bien estipula el editor:
El psicoterapeuta o asistente seguramente sabrán leer entre las líneas de estas páginas maliciosas mucho material que tiene un significado directo para el diálogo terapéutico: metáforas, viñetas, chistes, anécdotas socarronas y otras formas de hablar del «hemisferio derecho», que son infinitamente más eficaces que las interpretaciones solemnes y graves de las actitudes erróneas de los humanos.