Un estudio psicológico que buscaba esclarecer la situación de hostigamiento y acoso en el escenario universitario encontró que los hombres registran con mayor frecuencia hostigamiento grave.
En el estudio participaron 2,070 estudiantes de ambos sexos que respondieron a una encuesta en línea.
El acoso y hostigamiento fue dividido en leve, moderado y grave. Las mujeres reportaron más frecuencia en las categorías de leve y moderada.
De 11 situaciones de hostigamiento que se evaluaron, las mujeres reportaron mayor frecuencia en nueve de estas. Por dar algunos ejemplos, se exploró la exposición a imágenes en teléfonos móvil que incomodaran, presión para aceptar salidas o encuentros indeseados, piropos o comentarios de índole sexual y contacto físico o ser manoseado/a.
Una de las dos situaciones en que los hombres reportaron mayor frecuencia fue en insinuaciones o propuestas de tener relaciones sexuales a cambio de algo. Esto es categorizado como hostigamiento grave.
Rebelín Echeverría, autor principal del estudio, dijo:
“Solo para el caso de las situaciones de insinuaciones o propuestas para tener relaciones sexuales a cambio de algo (dinero, calificaciones, cosas, objetos tecnológicos, ropa) y la de haber sido obligados (forzados) a tener relaciones sexuales, los porcentajes más altos fueron en los hombres.”
Responsables del hostigamiento
Se le dio la oportunidad a los estudiantes de mencionar quién fue la persona que hizo el acercamiento indebido. Se enlistaron seis categorías: profesor, autoridad escolar, administrativo, compañero u otro.
Los mismos compañeros son los que muestran su móvil un 48.2% de las veces a otros estudiantes con imágenes indeseadas. En cambio, un 11.3% corresponde a los profesores que envían mensajes sexuales mediante textos telefónicos o redes sociales a alumnas.
Los autores concluyen mencionando que:
“Los resultados de este trabajo señalan, pues, la importancia de reflexionar sobre la pertinencia de desarrollar estrategias de concientización en la comunidad estudiantil. Queda claro que los compañeros pueden ser víctimas, pero muchas veces agresores. Que los hombres también pueden ser violentados, acosados u hostigados, y que la cultura de la denuncia es una primera meta a lograr.”
Este estudio fue publicado por Enseñanza e Investigación en Psicología (Revelín Echeverría et al., 2016).