Estar en contacto con la naturaleza vuelve a ser un factor crucial para reducir el estrés, dormir mejor y tener una mejor salud.
En esa oración incluyo “vuelve a ser” porque he discutido previamente en un video cómo exponerse a la naturaleza nos beneficia. Si no has podido ver el video, aquí te lo comparto:
Regresando al tema del estudio realizado por Caoimhe Twohig-Bennett, los resultados fueron la combinación de los hallazgos de 140 estudios para un total de 290 millones de personas.
Más allá de los beneficios psicológicos de estar cerca de la naturaleza, se encontraron beneficios como menores riesgos de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y alta presión.
En palabras de Twohig-Bennett:
Pasar tiempo cerca de la naturaleza nos hace sentir más saludables, pero el impacto sobre nuestro bienestar a largo plazo no ha sido comprendido en su totalidad. Juntamos evidencia de 140 estudios involucrando 290 millones de personas para ver si la naturaleza realmente mejora la salud.
Twohig-Bennet continuó diciendo:
Encontramos que pasar tiempo en, o cerca de, espacios verdes está asociado con diversos y significativos beneficios. Reduce el riesgo de diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares, muerte prematura y parto prematuro, además de aumentar el tiempo de sueño.
Para explicar los resultados, Twohig-Benner expresó que:
Las personas que viven en espacios verdes tienen más oportunidades para realizar actividades físicas y socializar. Además de que existen un factores presente en la naturaleza como lo son las bacterias que pueden beneficiar el sistema inmunológico de aquellos que viven cerca. Investigaciones hechas en Japón sugieren que organismos liberados por los árboles pueden ser la explicación detrás de la buena salud.
Este estudio fue publicado por Environmental Research (Twohig-Bennett & Jones, 2018).