En uno de los cursos de Psicología en los que me encuentro se dio una definición sobre salud. Aún a estas alturas en mis estudios pensaba que salud era sinónimo de falta de enfermedad.
Cuán grande mi sorpresa al sumergirme en la definición y me llevó a reflexionar sobre un tema que ya he cubierto en este blog: la salud en Puerto Rico, aunque en esta ocasión desde el fenómeno del ‘mantengo’.
Para poder entender por cuál línea voy, hace falta que defina el concepto. Así que veamos algunas de las definiciones.
La Real Academia Española
1 Estado en que se encuentra el organismo de un ser vivo en relación al cumplimiento de sus funciones vitales .
EJEMPLO: tiene una salud débil; su salud no le permite trabajar.
2 Estado en que el organismo de un ser vivo ejerce todas sus funciones connormalidad .
EJEMPLO: es mayor, pero goza de una salud excelente.
ANTÓNIMO: enfermedad
3 Buen funcionamiento de una entidad o colectivo .
EJEMPLO: la corrupción política altera la salud del país.
Organización Mundial de la Salud (OMS)
Salud es la condición de todo ser vivo que goza de un absoluto bienestar tanto a nivel físico como a nivel mental y social. Es decir, el concepto de salud no sólo da cuenta de la no aparición de enfermedades o afecciones sino que va más allá de eso.
Esto significa que la salud comprende al menos cuatro dimensiones:
- Mantenimiento de la salud (prevención)
- Estado general en relación a la sociedad (social)
- Estado de bienestar del individuo (biológico)
- Estado de consciencia de sus capacidades para confrontar situaciones (cognición)
Tabla de Contenido
Entendiendo la problemática en Puerto Rico
En un intento de entender dónde nos ubicamos como país según esta definición y la situación del “mantengo” –poseer la habilidad física y mental para ser parte de la fuerza laboral pero decidir vivir de las ayudas gubernamentales– decidí echar un vistazo a las tasas de desempleo de países cercanos a Puerto Rico.
- Estados Unidos (4.9%)
- República Dominicana (5.7%)
- México (3.4%)
- Venezuela (7.3%)
- Colombia (9.2%)
- Canadá (7.1%)
Se estima que a nivel mundial el promedio de la tasa de desempleo fue de 5.8% para el 2016.
En Puerto Rico logramos doblar el promedio alcanzando un 11.8% en la estadística que mide la cantidad de personas que tienen la capacidad de trabajar pero se encuentran desempleadas por una de múltiples razones.
A este número se le añade el exorbitante 61% de personas parte de la fuerza laboral que sencillamente no trabajan. El 39% de la población cargan el peso laboral del país.
Aunque entiendo la crisis económica y otros factores que pueden influenciar este número, también hay que preguntarnos qué porcentaje dentro de ese 11.8% se dirige a las personas viviendo de fondos gubernamentales pudiendo tener un trabajo.
No trabajar es la opción más viable
Un estudio del Centro para la Nueva Economía reveló que si no ganas $13 la hora o más, las ayudas que incentivan quedarte en tu casa son más que salir a trabajar formalmente.
¡La fuente de vida del mantengo!
La tendencia del ser humano de pensar en el aquí y en el ahora lleva esta población a quedarse de brazos cruzados puesto que sus problema económicos están resueltos en el presente, aunque a largo plazo sea sinónimo de estancamiento.
Esto se puede parpar en donde generación tras generación se continúa el ciclo. Mientras unos logran el crecimiento profesional y personal, otros deciden quedar atrapados en ese sistema.
¿Qué hace que unos sí puedan superarse y otros decidan conformarse? ¿Tendrá algo que ver la cuarta dimensión del estado de salud que discutimos previamente?
Conformismo vs superación
De hecho, tendría sentido que una explicación para este fenómeno sea que estas personas carecen de la habilidad de reconocer sus capacidades. Por otra parte, pudiese ser que reconocen sus capacidades pero “para qué esforzarme si ya lo tengo todo.” Sería un excelente tema a estudiar a profundidad.
Mientras algunos expertos recomiendan solucionar el problema con reformas contributivas que incentiven a que el trabajo supere lo que ofrecen las ayudas gubernamentales, me pregunto, ¿por qué no eliminarlas?
Reconstruir el sistema de forma que aquellos que verdaderamente las necesitan no se afecten pero los que sí tienen capacidad de trabajar sean empujados a hacerlo.
Países como Estados Unidos tienen programas en los que la persona recibe las ayudas de forma condicionada. En algunos lugares condicionan por tiempo (ej. se proveerá ayuda por seis meses en lo que consigues trabajo, etc.) y otros condicionan por cosas más concretas (ej. se proveerá ayuda mientras estés estudiando).
Sin importar cuál sea el rumbo que se tome para eliminar esta cultura de mantengo, los profesionales (economistas, psicólogos, etc.) están atados de pies y de manos hasta que el gobierno no incline su oído a escuchar la asesoría.
El abandono de programas que se iniciaron en el pasado para solucionar la problemática junto a la combinación de supuestas medidas de soluciones poco rebuscadas ni basadas en evidencia empírica ha perpetuado y agravado el problema.
Pero ya es hora de romper con la dependencia y promover la responsabilidad en nuestro país.