Las personas que no se comprometen en relaciones románticas son producto de padres intrusivos o desapegados.
Esta fue la conclusión a la que llegó la Dra. Sharon Dekel en su investigación de modelos de intimidad en adultos jóvenes con apegos emocionales seguros y evitativos.
El estudio devela que las personas que reciben demasiada o muy poca atención por parte de sus padres, les resulta difícil llegar a un nivel de compromiso profundo.
Una cuarta parte de los entrevistados mostraron un apego de estilo evitativo y éstos coinciden en que les disgusta tener parejas “pegajosas” o con demasiadas demostraciones de afecto.
Este desbalance en la atención por parte de los padres hace que quien muestra apego evitativo busque en sus parejas una persona que los valide, los acepte como son y que puedan, constantemente, satisfacer sus necesidades. Esto incluye el no hacer un drama por las cosas y no envolverse de más.
En palabras de la Dra. Dekel:
No buscan otro adulto con madurez emocional. Buscan una figura materna o paterna que les cuide y proteja.
La autora continúa diciendo:
Las personas evitativas parecen necesitar del cuidado psicológico de sus padres tanto como cualquier infante. Así como una madre, la pareja sirve para validar a quien tiene este tipo de apego. Sin embargo, así como los niños evitativos, los adultos con apego evitativo temen el rechazo e intentan desactivar el sistema de apego a través de limitar la cercanía. Por lo que se ven atrapados en una batalla interna entre necesidades de apego y defensas contra el apego.
Este estudio fue publicado en The Journal of Nervous and Mental Disease (Dekel & Farber, 2012) y fue reseñado por el Dr. Jeremy Dean en su espacio PsyBlog.