Luis y Verónica son una pareja joven y muy enamorada que se conoció a través de amigos en común, ambos son profesionales y con trabajos estables. A simple vista son los novios perfectos con un futuro prometedor.
Pero, no todo es color de rosas. Ultimamente Luis y Verónica han estado teniendo algunos roces, han estado discutiendo porque Verónica está compitiendo por un ascenso soñado y se ha vuelto una trabajadora obsesiva. El problema es que Luis nunca ha sido muy amante de las responsabilidades y tiene meses hablando de que quiere tomarse un año sabático para viajar.
Luis y Verónica se siguen amando pero simplemente sus tiempos no coinciden y ninguno de los dos está dispuesto a renunciar a lo que quiere, ni siquiera por mantener la relación de pareja.
“Quédate con quien te haga su prioridad y no su opción”, reza una frase conocida y que viene al caso pues uno de los principales problemas de las parejas actuales es precisamente que sus necesidades no están alineadas, los sueños no son compartidos y el distanciamiento se vuelve inminente.
Las prioridades son aquellas cosas que nosotros definimos como importantes para nuestra felicidad y para mejorar nuestra calidad de vida. El inconveniente es que dentro de la pareja pueden existir objetivos muy diferentes y ese pudiera ser el inicio del fin si no se logra un acuerdo.
Generalmente este tipo de situaciones ocurre en una etapa avanzada de la relación, cuando ya la pareja está conectada pero se ve obligada a tomar decisiones, producto de la convivencia diaria y de los planes a corto, mediado y largo plazo.
La pareja y las prioridades: ¿Es posible tenerlo todo?
Para Luis y Verónica no todo está perdido, pues aunque no están atravesando por su mejor momento y pareciera que buscan la felicidad en planos diferentes, pueden retomar su relación y encaminarla hacia una nueva etapa.
Para superar este tipo de crisis, los especialistas recomiendan algo muy importante: mejorar la comunicación y aprender a expresar de manera clara qué es lo que queremos y qué necesitamos del otro para sentirnos plenos, cómodos y satisfechos.
Además, cuando ocurren problemas de esta naturaleza, los terapeutas aconsejan:
- Conversar en privado y con tiempo sobre esas cosas que a cada uno le importan.
- No restarle importancia y mucho menos criticar los sueños y los proyectos del otro.
- Recordar aquellas cosas en común que permitieron que estuvieran juntos en primer lugar.
- Plantear alternativas para apoyar los planes de la otra persona sin sacrificarse como pareja.
- Evaluar todos los pros y los contras que existen sobre las perspectivas que plantea cada uno.
- Se empático y ponerse siempre en los zapatos del otro para entender lo que piensa y siente.
La buena noticia es que las reconciliaciones son posibles en estos casos, siempre y cuando los dos integrantes de la pareja estén dispuestos a negociar y a ceder en algunas cosas para lograr un acuerdo que los satisfaga a ambos.
Una de las claves es entender que cada persona es diferente y que aunque pueda haber puntos en común, cada quien arrastra un historial de vida muy distinto, pero vale la pena conciliar en función de una vida en pareja sana y feliz.
Lo importante en estos casos es definitivamente la comunicación, la paciencia y la constancia. Luis y Verónica han decidido ir a terapia de parejas para aprender a escucharse y a entenderse, pues a pesar de que en este momento sus prioridades no concuerdan, se han dado cuenta que quieren seguir juntos y buscarán las maneras de que la relación funcione.
